Ni Paralelas Ni Opuestas: Empresas & Organizaciones Sociales Como Parte De Una Misma Ecuación De Impacto

En un entorno empresarial cada vez más regulado y evaluado por sus clientes y otras entidades en términos de impactos sociales, ambientales y de gobernanza (ESG), la sostenibilidad y la equidad de género han dejado de ser una opción reputacional para convertirse en condiciones estructurales de permanencia y competitividad.

Diversos informes del World Economic Forum, Naciones Unidas y la OCDE señalan que las empresas que integran modelos de impacto auténticos —más allá del cumplimiento normativo o comunicacional— son también las que lideran procesos de innovación, retención de talento y resiliencia en mercados cambiantes.

A pesar de esta tendencia global, ¡convertirla en realidad es todo un reto!

Mientras las empresas enfocadas en el mercado priorizan eficiencia, rentabilidad y posicionamiento, las organizaciones sociales centran sus esfuerzos en el bienestar de las personas y el cuidado del planeta. Ambas tienen mindsets distintos, pero capacidades igualmente valiosas.

Sin embargo, en la práctica, pocas veces se diseñan estrategias conjuntas donde estos dos mundos trabajen desde sus respectivas fortalezas para construir soluciones integradas.

Lo he observado con claridad.

Tras más de 15 años de experiencia acompañando a líderes sociales y empresarios en desarrollando ecosistemas de impacto en América Latina y Europa, puedo afirmar que las organizaciones con trayectoria poseen un capital invaluable:

• Metodologías de intervención

• Redes de confianza

• Conocimiento detallado de problemáticas estructurales que el sector privado, por sí mismo, no puede resolver con la misma efectividad. De igual manera, el tercer sector enfrenta dificultades para penetrar los mercados con la misma agilidad

La evolución es posible, y es urgente.

La transición de estas organizaciones tanto empresariales como comunitarias hacia un trabajo en conjunto, no implica una pérdida de identidad para ninguna. Es una evolución estratégica que les permite a ambas

• Ampliar su alcance tanto del mercado como en beneficiarios

• Aumentar su incidencia

• y operar desde dentro de las estructuras económicas que hoy determinan el desarrollo de los países.

Una invitación a repensar la colaboración

La verdadera sostenibilidad requiere algo más que intención: exige que tanto empresas como organizaciones sociales se arriesguen a:

• Cuestionar cómo lo están haciendo

• Diseñar nuevas formas de actuar juntas

• Aceptar que si no te adaptas desde ahora, podrías ser dejado atrás por quienes ya estén haciendo el cambio

• y reconocer mutuamente el valor que cada una aporta.

Solo entonces será posible que los reportes de impacto y rentabilidad dejen de estar en capítulos separados, y comiencen a narrar una sola historia: la de un modelo económico que evoluciona integrando lo social, lo ambiental y lo financiero en la misma estructura

Si este tipo de reflexiones te resuenan, o te preguntas cómo empezar a hacerlo realidad en tu organización, escríbeme. Estoy explorando este camino con quienes también se atrevan a avanzar.